El 1° de diciembre, Costa Rica vivió una gran fiesta nacional en la que celebró dos hitos fundacionales de nuestra identidad: los 77 años de la abolición del ejército y los 180 años de las Bandas de Conciertos, uno de los cuerpos musicales más antiguos y queridos del país.
Durante esta celebración histórica, más de 400 artistas, entre bandas, coros, agrupaciones comunitarias y solistas, transformaron la Plaza de la Democracia en un escenario vivo donde la música recordó, una vez más, que Costa Rica eligió construir su futuro desde la paz y la cultura.
“El 1° de diciembre es una fecha que define lo que somos. Hace 77 años elegimos que la paz sería nuestro camino, y hace 180 años nació el cuerpo musical que acompaña nuestras comunidades con orgullo y esperanza. Reunir estos dos aniversarios en una fiesta nacional es un acto profundamente simbólico: nos recuerda que la cultura ha sido la herramienta con la que Costa Rica construye democracia todos los días. Más de 400 artistas llenaron de música el mismo espacio donde una vez cayeron los muros del cuartel, para recordarle al mundo que aquí la paz se comparte, se celebra y se escucha”, expresó Jorge Rodríguez Vives, ministro de Cultura y Juventud.
El 1° de diciembre de 1948, desde el Cuartel Bellavista, el presidente José Figueres Ferrer proclamó la abolición del ejército, gesto que cimentó un país orientado a la educación, la cultura y los derechos humanos.
Las Bandas Nacionales, fundadas en 1845, vivieron también esa transformación:
-De cuerpo musical militar pasaron, después de 1948, a convertirse en un servicio cultural para el pueblo.
-En 1972 se integraron al Ministerio de Cultura y Juventud.
-Desde 2009 se consolidan como Bandas de Conciertos, con presencia en todas las provincias.
-En 2023 fueron declaradas Beneméritas de la Música y la Cultura Costarricense.
Hoy, con cientos de músicos profesionales, docentes y artistas en territorio, son un pilar del acceso cultural en todo el país.
El 1° de diciembre celebramos una verdad profundamente costarricense: que nuestra paz tiene sonido, tiene historia, tiene comunidad… y nos pertenece a todos.
