Según datos suministrados por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), en Costa Rica, cada año se registran 50 000 nacimientos, de los cuales 5 500 son bebés prematuros; es decir, nacieron antes de las 37 semanas de gestación. Este escenario se traduce en historias de lucha y superación para muchas familias.
“En el Día Mundial de la Prematuridad, que se conmemoró el 17 de noviembre, la CCSS hace un llamado para prevenir los partos prematuros. Los especialistas en salud destacan que lo primero es identificar y controlar los factores de riesgo, como las infecciones, a lo largo del embarazo, así mismo, mantener un control constante y chequeos médicos que permitan detectar cualquier anomalía de forma temprana».
Mitzila Reyes Castillo, jefa de Neonatos del hospital San Juan de Dios, explicó que un bebé prematuro suele presentar problemas para respirar y alimentarse debido a la inmadurez de sus pulmones y su corazón.
“En la unidad tomamos una serie de medidas para aliviar el dolor de estos niños. Usamos terapias para disminuir el dolor; además, promovemos la lactancia materna para el crecimiento del bebé”, explicó Reyes.
La neonatóloga indicó que, desde el hospital, se da seguimiento al neurodesarrollo en aspectos como la motora fina, la visión, la audición y el coeficiente intelectual, de manera acorde con su crecimiento.
Cada año nacen aproximadamente 15 000 000 de neonatos en el mundo y se estima que cerca de un millón de ellos fallece por complicaciones producto de la prematuridad.




